Si tu objetivo es escribir emails en frío para conseguir que tu cliente o aquella persona a la que quieres captar te responda, sigue estas pautas.

No es fácil presentarse por correo electrónico a personas que no te conocen. Lo más probable es que muchos correos electrónicos que envías terminen en la papelera o se marquen como SPAM. ¿No estás cansado de recibir publicidad constantemente a través de tu correo? Pues así es exactamente como se sienten tus clientes potenciales.

Somos conscientes de que enviar correos electrónicos en frío no es fácil; es común abandonar una estrategia de emails en frío durante fases iniciales por desanimarse o asumir que no funcionan demasiado pronto. Pero antes de abandonar, no olvides que enviar correos electrónicos en frío puede ser una parte crucial en tu embudo de ventas. Sigue estas pautas para saber cómo hacerlo correctamente:

1. Respeta el tiempo del otro

La gente está ocupada. Muy ocupada. Siempre. Es así, no le des más vueltas. Así que empieza quitando presión tanto en el asunto como en el primer párrafo, que sepa que tu email no va a durar mucho.

Una vez que has conseguido quitar la presión, que se vea que es un email corto, máximo 3 párrafos.

2. Dale valor y date valor

Lo primero que se pregunta el receptor es ¿quién eres? ¿de qué te conozco? En el segundo párrafo respóndeselo: dale valor al cliente (no es uno más) y enseguida date valor para crear credibilidad y conseguir vínculo para que siga interesado en la conversación.

Y a partir de ahí, lo más importante en ventas y que nunca debes olvidar es que el email es sobre tu cliente, no sobre ti.

3. El email es sobre tu cliente

Tienes que averiguar cuál es la necesidad de tus clientes, decirle que lo sabes, y hablarle de tu solución enfocada a solventar esa necesidad. En nuestro caso: “los comerciales no hacen el seguimiento de todas sus potenciales ventas”.

Es su necesidad, no tu producto. No trates de vender en tu primer email. Tu objetivo es crear un puente.

4. Consigue que te responda

Al final del email pon una llamada a la acción, una sólo para que el cliente no tenga dudas de qué quieres, en forma de pregunta, y fácil de responder.

Nunca solicites en el primer email una llamada o una reunión. Como hemos destacado anteriormente, la gente está muy ocupada, por lo que hay que ponérselo fácil. Si te responde ya habrás conseguido involucrarle y podrás pasar a la siguiente fase de venta.

5. La fuerza del PD (post data)

El post data es el sitio perfecto para hablar de temas personales. Crear relaciones verdaderas con tus clientes es de máxima importancia, más allá de si consigues venderles algo o no.

Y es que, tener una relación genuina con los clientes sirve para que, aunque no les vendamos, nos den feedback honesto que nos ayuda a mejorar un montón. Además, recuerda siempre que el 80% de las decisiones se toman con el cerebro emocional.

6. No te olvides de tu firma

Es el mejor sitio para que conozcan más de ti. Añade tu puesto de trabajo, tu nombre completo, tu teléfono, tu correo electrónico y, si quieres, otras cosas a las que dediques tiempo y que creas que pueden generar interés.

7. Envía y haz seguimiento de los emails en frío

El 80% de las ventas se consiguen a partir de la cuarta vez que hablas con alguien, así que la clave es utilizar una herramienta que te permita llevar cientos de potenciales clientes como si sólo llevaras uno. En pocos clics y de manera personalizada para cada uno.